Si tu vida cotidiana no es azúcar
y tu vida no sabe a miel,
debes creer en las buenas señales,
debes creer, ¡y todo pasará!
Si estás golpeando contra una pared en blanco,
Descansando tu alma contra un callejón sin salida,
Recuerda: tu tiempo no tiene precio, ¡No
hay necesidad de calentar el glaciar!
Sonríe en cualquier clima
manteniendo un buen motivo,
si la gente se va de nuevo,
¡significa que no están en el camino!
Nunca te quejes malhumorado,
Sé cálido para derretir la nieve.
Si te retiras, piensa:
"¡Para correr!"
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