Las almas humanas son almas diferentes,
es imposible enumerarlas, es imposible contarlas.
Hay malos, buenos y ociosos
, y hay almas atronadoras.
Otra no necesita fuerza;
tócala con tu aliento,
y en ella nacerá el sonido más puro,
que se extenderá por todas partes.
El otro es sombrío e indiferente,
el otro está sordo como una piedra
a la luz de las estrellas,
al canto de los pájaros,
a la música
y a la poesía.
Es casi inalcanzable hasta que el amor, la ansiedad y la desesperación, al borde del dolor,
la invaden . Confundida e indefensa, se despertará y luego ella misma gritará como un pájaro y brillará como una
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